sábado, 25 de abril de 2009

Arde Santa Fe

De cara a una crisis provincial imparable

En un año contundentemente electoral, no dejan de estallar focos ígneos en toda la provincia de Santa Fe, de mano de los conflictos sociales y laborales, que tanto el gobierno nacional como el provincial intentan apagar aplicando paños mojados, que no son siquiera un paliativo al desenlace que se perfila a apenas cuatro meses de comenzado el 2009, un año con miles de nuevos desocupados en las calles, engrosando las listas de marginalidad , discriminación y pobreza.
Un año en el que entre tarifazos, boletazos, marchas, contramarchas, despidos, suspensiones y represión policial, el esquema estatal se muestra signado por lo bizarro en materia de gobierno y por lo trágico en el ámbito de la vulneración, a la que impune y desvergonzadamente viene sometiendo a la clase trabajadora entre otras, con sindicatos incapaces de ofrecer propuestas válidas, endebles, burocráticos y funcionales a patronales resultadistas y despiadadas.
Una provincia que se resquebraja ante la intensidad del flagelo arteramente implantado de la droga, que astilla a miles de jóvenes y que se pretende acallar denodadamente desde diversos foros , una provincia en la que la represión policial se ha hechos sentir con rigor nuevamente, en más de algunas ocasiones en los últimos meses, durante protestas sociales y laborales, en la que se ha propuesto sacar a gendarmería a las calles, en lugar de trabajar políticas de estado tendientes a evitar y revertir las causas del delito que día a día se cobra víctimas fatales en cada vez más ocasiones.
Una Santa Fe, con las venas surcadas por las rutas de la trata, en donde a diario se conoce una nueva desaparición “en democracia”, con un sistema judicial advertidamente insuficiente.
Una provincia, en la que cada día menos estamos a salvo, y más carecen de lo mínimo indispensable para su digna subsistencia.
Una Santa Fe, comprometida medularmente con la contaminación del ambiente, la pésima calidad del agua que la población consume como potable, con importantes fallas en el suministro energético, con rutas obsoletas y en ocasiones intransitables, que son causa de infinidad de accidentes a diario, con escuelas en las que es imposible casi dictar clases, a causa de los deterioros edilicios.
Santa Fe, con cada día más gente viviendo en precarios asentamientos, subsistiendo de los desperdicios, juntando y comiendo basura, y como si algo faltara a este cóctel molotov , el dengue expandiéndose como una maldición sobre los sectores más pobres, una nueva epidemia que sigue siendo menguada en su realidad, una provincia con niños mendigando en las calles, con un sistema de salud colapsado, una provincia que sin duda es el reflejo más oscuro de un país gobernado desde una suerte de entelequia.
En un año, en el que las urnas arden al ritmo de la miseria que se pretende ocultar tras paredones de concreto, o con la inmigración de los habitantes de las villas de emergencia de la capital y cabeceras provinciales a otros puntos menos observados del país.
Basta con recorrer en Santa Fe la capital o las calles de ciudades populosas como Rosario para darse cuenta que la pobreza avanza a pasos agigantados, que la oferta laboral escasea, el hambre prospera y la marginalidad y la delincuencia aumentan día a día.
Mientras nuestros gobernantes, hacen sus campañas dilapidando fortunas de dudoso origen, de cara a las elecciones de Julio, intentando tapar las nubes de inminente tempestad con una mano.
Una mano oscura y cargada de prebendas.


Sandra Pasquini

2 comentarios:

  1. te dejo mis saludos y abrazos solidarios siempre..

    saludos fraternos

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  2. Todo lo que expones es la realidad que muchas personas se niegan a ver.
    Todo eso..todo lo que reflejas es el dolor de un pueblo.
    Te sigo en todos tus blogs,Sandra. Te sigo y no me es posible decirte que tu cuaderno de Bitácoras me enloquece de pasión.
    No suben mis comentarios, pero..creeme
    Escribo cada linea tan cargada de sentimiento que me ofreces.
    Un beso siempre

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