domingo, 22 de febrero de 2009

Semana oscura en Santa Fe

La semana transcurrió turbia y fluctuante, con los obreros de las fábricas autopartistas, metalmecánicas del cordón industrial zona sur de Santa Fe y San Nicolás ( provincia de Buenos Aires), sumergidos en la incertidumbre de no saber que pasará son sus empleos.
Sin respuestas concretas, continúan las suspensiones, los pagos atrasados, y la angustia del incierto futuro laboral en toda la región.
Mientras que en la ciudad de Rosario, el pasado miércoles 18, la represión policial, se hizo sentir una vez más, cuando un reducido grupo de manifestantes, entre los que se hallaban familiares de los asesinados durante la represión de diciembre de 2001, algunas víctimas de las inundaciones de Santa Fe en 2003 y familiares de los muertos en aquella inundación que fuera perfectamente evitable, si las obras destinadas a impedir esto se hubieran llevado a cabo en tiempo y forma adecuados, también estaba entre ellos Gustavo Martínez, Secretario Adjunto de ATE Rosario, y mientras los mencionados se hallaban haciendo su reclamo en forma pacífica, situados en una plaza ubicada frente a la clínica cardiovascular, cita en calle Bv Oroño al 400, donde se recuperaba luego de una intervención a una dolencia crónica, el ex gobernador de la provincia Carlos Reutemann, munidos apenas de dos redoblantes y algunos letreros con consignas pidiendo justicia para sus muertos, muertos que siguen vivos, muertos que persiguen a los responsables de sus muertes donde quiera que estos vayan, muertos que deben descansar en paz el día que les llegue la Justicia, pero mientras tanto pesan cada día sobre esta sociedad que a veces parece olvidar, pesan para los gobernantes que miran a otro lado presas del cinismo más absoluto.
Esa tarde, la policía de la comisaría tercera llevó detenidos a varias de los manifestantes, acusados de alterar el orden con ruídos molestos y de resistirse a la autoridad … acusación esta, que se cae por su propia inconsistencia, siendo que los detenidos fueron violentados físicamente, sufriendo uno de ellos desmayo, otro dislocación en uno de sus hombros y otro fractura en una mano, además de que le fueran quitados violentamente los elementos con los cuales manifestaban.
Estas detenciones son una muestra clarísima de la impunidad, de la injusticia, que una vez más “prohibe” luchar a las víctimas por sus derechos, se les impide clamar pidiendo Justicia, una vez más se reprime a los más oprimidos, vulnerándolos sin fin en un juego perverso y siniestro en el cual hay claros responsables.
La pregunta flota en el aire sofocante de esa tarde, en los rostros agobiados por la pena bajo el sol abrazador de la ciudad, ¿cual es el rumbo de una sociedad que parece obviar estas heridas?, ¿cual es el rumbo de una sociedad en la que la represión parece el método más eficaz de algunos poderosos para acallar las voces de los más débiles?,
¿ hacia donde va una sociedad oprimida , rogando una justicia que parece no llegar jamás?, ¿hasta cuando los poderosos seguirán impunes? ¿hasta cuando nuestros muertos seguirán esperando Justicia?


Sandra Pasquini

1 comentario:

  1. Difíciles preguntas cuando como sociedad volvemos a cometer los mismos errores una y otra vez, cuando la imagen de Reutemann (a quién no insultaré aquí por respeto a quienes tengan una opinión favorable) vale mucho más que el hambre, el desempleo y el sometimiento de un pueblo.

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