sábado, 31 de enero de 2009

-Una semana Candente en Paraná Metal-




La semana que termina, ha sido una de las más convulsionadas para los obreros de Paraná Metal desde que inció el conflicto, hace más de cuarenta días.
Hubo toma de la fábrica, hubo retroceso, luego promesa de volver a cortar la autopista por tiempo indeterminado y esta vez con el apoyo de UOM nacional, si no aparecía una medida urgente a favor de los trabajadores, sucedieron desencuentros entre los compañeros y con sus representantes, en suma se vivieron siete días en un clima tenso y constante.
Los vaivenes y fluctuaciones derivados de la crisis en este tiempo, han sido sin duda un punto de quiebre fundamental en el espíritu de lucha de los trabajadores.
Las necesidades que arreciaron a medida que los días de suspensión transurrían, se pusieron de alguna manera, de manifiesto a la hora de decidir, provocando un Si mayoritario a la propuesta lanzada desde el Ministerio de Trabajo de la Nación, propuesta que luego se viera discutida por muchos, algunos que no estuvieron presentes para votar y otros que pudieron analizar (luego de votada) , con mayor profundidad las medidas y su alcance.
Las dudas persisten entre los obreros, aún cuando conservan la esperanza de que definitivamente se destrabe el problema, pues saben que este que pasó ha sido un año récord de producción para la fábrica, que además ha contado durante año y medio con un subsidio del gobierno, es decir la producción esperada es factible de alcanzar, la clave está, en como manejen estos supuestos productivos, los nuevos gerenciadores de Paraná Metal.
Oficialmente todavía no se ha confirmado el rumor de que sea Cristóbal López quien rescate a la autopartista de la catástrofe.
El viernes terminaron las fluctuaciones, con los obreros de planta y externos percibiendo 1500 pesos ( durante el proceso de cobro hubo serias dificultades con los empleados contratistas, contratados y de compañía ya que en principio se les iba a abonar 1000 pesos y no 1500 como a los compañeros de planta, sumado a que luego el dinero se demoró en llegar , por cuestiones burocráticas) y a la espera, de que en la próxima semana se efectivice el cumplimiento de la promesa, de recibir la totalidad de lo que se les adeuda (SAC, vacaciones, transporte, producción) y comiencen a trabajar los setenta operarios que entrarían a poner en marcha la autopartista mientras el resto de compañeros entra en rotación de vacaciones y suspensiones hasta tanto se normalice la situación.
De este modo queda planteada la latencia del conflicto, y no debemos quitar la mirada de alerta sobre Paraná Metal, como tampoco así de las demás fábricas autopartistas de la zona que permanecen en severa dificultad, sin resolución real y favorable al trabajador.

1 comentario:

  1. Por supuesto que no hay que quitar la mirada de alerta. Es lamentable pero el asalariado debe estar siempre atento, ya que es la variable de ajuste a la que primero echan mano...
    Fuerza!

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